Una boda mágica en Torrevelilla: la historia de Juan y María

El pasado 22 de junio tuve el privilegio de documentar una boda muy especial: la unión de Juan y María, una pareja de más de 60 años que decidió celebrar su amor con la misma ilusión que unos recién enamorados

La ceremonia se llevó a cabo en los Apartamentos El Pajar de Serred, en Torrevelilla, el pueblo natal del novio. Un lugar con un encanto único, rodeado de naturaleza y con un valor sentimental profundo: cerca de allí se encuentran las ruinas de unas casas donde, según me contó Juan, sus padres pasaron su propia noche de bodas. Un detalle que añadió aún más significado a este día.

La novia, como un hada

María llegó radiante con un vestido rosa pálido, delicado y lleno de magia, que le daba un aire de hada luminosa. Juan, elegante y sonriente, lucía un traje cuyo chaleco hacía juego, reflejando la complicidad y el cuidado que ambos pusieron en cada detalle de su día.

Una ceremonia íntima y emotiva

La boda fue íntima, con familia y amigos muy cercanos, celebrada en el jardín de esta hermosa finca. Desde los preparativos a las 18:00h hasta el final del banquete a las 23:00h, cada momento estuvo cargado de emoción.

Un desafío técnico y creativo

Además del reportaje fotográfico, la pareja me pidió un video de 5 minutos de la ceremonia. Pero no quise quedarme solo con eso: puse todo mi empeño en crear un video más completo, que recogiera no solo la ceremonia, sino también los preparativos y parte de la sesión de pareja en los alrededores.

Para lograrlo trabajé con un equipo híbrido:

• Dos Nikon Z6II con mis zooms habituales de boda (24-70mm y 70-200mm f2.8).

• Una Nikon Z30, destinada a capturar planos generales de video.

• Micrófonos DJI Mic 2, que me permitieron registrar con nitidez el audio de la ceremonia.

El resultado fue un recuerdo lleno de emociones, tanto en fotografía como en video, que conmovió a todos los presentes. De hecho, al finalizar mi cobertura, la pareja y sus invitados me sorprendieron con un aplauso lleno de gratitud, un gesto que guardaré siempre en mi memoria.

Documenté parte del proceso con mis Ray-Ban Meta para mi perfil de Instagram @marihondar.

Una experiencia que trasciende lo profesional

Este trabajo también tuvo un componente personal: al estar a kilómetros de Zaragoza, decidí quedarme en un Airbnb cercano junto a mi familia, lo que nos permitió disfrutar al día siguiente de los alrededores y llevarnos una experiencia completa y entrañable.

Además, fue un proyecto realizado en colaboración con Nacho Lamcuevas, con quien siempre es un placer compartir retos creativos.

La boda de Juan y María fue un recordatorio de que el amor no entiende de edad, y que siempre merece ser celebrado con la misma ilusión que el primer día. Para mí fue un honor acompañarles y transformar su historia en imágenes y recuerdos que podrán revivir una y otra vez.